Me ha ocurrido algo curioso con esta novela de Luis Leante. La llevaba mediada cuando sentí el impulso de consultar en Google qué escritor era ese del que se me estaba contando su historia: Emin Kemal y, al pulsar la tecla enter, sin pensar en lo que estaba haciendo, se me ha abierto en la pantalla una primera página de Google con 11 entradas de aproximadamente 1.850.000. Tales entradas remitían a información sobre la novela que estaba leyendo, pero no a ningún autor real con ese nombre. Solo entonces me he dado cuenta de lo que estaba haciendo: buscar información sobre un personaje ficticio. La cosa no resultaría extraña si me hubiera interesado conocer cosas de Emma Bovary o de Sam Spade, porque, aun siendo personajes también fruto de la imaginación, la historia de la literatura les ha concedido carta de naturaleza; esto es, una cédula con la que se les permite circular libremente por este mundo ingrato del que forma parte el lector -muy a su pesar-, si no es que el propio autor, merced a su maestría, no les ha dotado antes de una veracidad comparable a la nuestra, haciendo creer a sus contemporáneos que su criatura podían encontrársela por la calle a poco que se esforzasen. Es la explicación que doy a mi ingenuidad perdonable. Luis Leante, con Emin Kemal, me ha hecho creer que el escritor existía. Más adelante, conforme he ido conociendo nuevos datos, conforme la trama se ha complicado, la anécdota se me ha antojado no solo curiosa, también consecuencia lógica de una tradición en la que pienso queda enmarcada La luna roja, la de la novela cervantina por excelencia, aquella que juega con la realidad y la ficción en un mismo plano. Pero no pienso meterme en berenjenales de los que puedo salir escaldado.
La luna roja es una buena novela. Hoy mismo, sentado a una mesa con un amigo, hemos hablado de ella. A él no le ha gustado. Su estilo le ha parecido poco trabajado y la ha englobado entre aquellas novelas que últimamente responden a unos gustos muy concretos, que son los que las hacen vendibles, asequibles a todo tipo de lector. Yo no estoy de acuerdo. El estilo trabajado no es garantía de calidad. La fórmula en la novela tampoco implica que sea mala. Y La luna roja es más compleja que todo eso, pues habla de la naturaleza de la escritura literaria tomando como referente a dos personajes heridos por la palabra: el ya mencionado Emin Kemal, y René Kuhnheim; aunque si hay otro de mayor relevancia, origen de todo lo que sucede en la novela, ese es Helkias Helimelek. Hablar de ellos, sin embargo, sería traicionar el espíritu de la obra, que no es otro que atrapar al lector desde el inicio y conducirlo por un sendero en el que no todo lo que lo flanquea es lo que parece. Pese a todo, me ha vuelto a sorprender gratamente, como lo hizo El canto del zaigú y Mira si yo te querré, la intensa historia de amor que se nos relata en ella, porque tal vez no es frecuente encontrar historias de amor tan apasionadas, tan tristes.
Juaa Manuel...Me ocurre lo mismo. Ilusamente me puse a buscar a Kemal,deseaba saber de su vida, pero sobre todo leer su obra... me preguntaba si realmente sería tan compleja como la describe el autor... Debo confesar que al principio no me atrajo la novela, pero a medida que fui adentrandome en ella, me sedujo la dualidad de la historia, las similitudes, y como escribió Tomás Eloy Martinez en uno de sus libros (El vuelo de la reina)las cosas siempre suceden dos veces y de la misma manera. Me hubiese gustado que Kemal fuese real, para intentar leerlo y disfrutarlo,como lo hago con Leante... Saludos!
ResponderEliminarEn Mira si yo te querré Leante me encantó..(tengo problemas con mi compu) pero si no lo hago hoy, ya no lo hare despues... Te decia, refleja la historia de uno mismo, y de muchos, entre el amor y la tristeza, entre la distancia y el olvido, entre morir o luchar por la vida, entre el abandonarse o perseguir el sueño hasta la desgracia y la infelicidad... Y todo por una ilusión... Empezaré algo nuevo de Vargas Llosa la sigte. semana, a ver si coincidimos... Buen fin de semana!
ResponderEliminarHacernos creer en la existencia real de ese personaje ya es de un gran valor literario, porque está lleno de verdad, y en conseguir eso creo que Luis Leante es un maestro. No sé si sabes que fue el mismo Vargas Llosa quien le comunicó a Luis Leante que había ganado el premio Alfaguara de novela.
ResponderEliminarYo he empezado a releer una novela de Faulkner, al que tenía olvidado hace mucho, y debo admitir que sigue apasionándome y deslumbrándome igual que el primer día. Un saludo y gracias por el comentario, pues a veces tengo la sensación de que nadie lee las entradas.
Así es... Leante lo consigue, tiene ese feeling que finalmente se convierte en arte, a mi me encantaría escribir así.. maybe algún día... Por lo que veo tu escribes y ya publicaste tu primer libro, crees que puedas enviarme algun fragmento?, no se si acá puedo encontrar tu libro, yo estoy en México, pero intentaré... qué me recomiendas de Faulkner? no lo he leído... Wow, y no sabía eso de Vargas Llosa... mira si el mundo es chico!
ResponderEliminarY bueno, escribo pq en realidad no tengo mucho a quien escribirle que comparta mis gustos literarios. Ahora leo El Paraíso en la Otra Esquina, de Vargas Llosa, me pasé la madrugada leyéndolo y es que no me podía desprender de esa lectura tan seductora y excitante que hasta se eriza la piel al imaginar los relatos. Saludos!
ResponderEliminarIntenté bajar el fragmento de Ojos de papel pero me aparece como error... tal vez podrías revisarlo para que nos lo compartas. Gracias!
ResponderEliminarJuan Manuel,excelente tu crítica de Luis Leante, debes sentirte muuuuuuuuy halagado, Felicidades!
ResponderEliminarTe dejo mi blog, bueno es de mi0 equipo de estudiantes de Maestría en Edición Editorial, pero yo lo cree, ahí subí una historia de Vargas Llosa, que hoy ganó el Nobel de Literatura, tal vez la conozcas..
ResponderEliminarhttp://editorialmargenes.wordpress.com/
Veo la participación de siete anónimos y no sé si se trata de la misma persona que, en el último comentario, me ha dejado la dirección de la editorial. En cualquier caso, mi libro puede conseguirse en la siguiente dirección http://gandhi.publidisa.com/QUIMERA+DEL+LECTOR+ABSORTO-LibroEbook-0045760001.html, que es de México, aunque creo que sólo en formato e-book. Para conseguirlo en papel, hay que ponerse en contacto con alguna de las librerías que aparecen listadas en el blog, como la de El Corte Inglés.
ResponderEliminarDe Faulkner recomendaría toda su obra. Es el autor que, junto a Joyce, Kafka, y algún otro más, revolucionaron la narrativa contemporánea. De ellos se alimentaron Vargas Llosa y sus compañeros de generación. En mi última entrada hablo de Los invictos, que es una de sus novelas más accesibles para un lector medio. Mucho más elaboradas y experimentales son obras como Mientras agonizo o ¡Absalón, Absalón!, en las que uno debe cargarse de paciencia y dejarse llevar por ese estilo alucinatorio suyo que tantas sorpresas procura.
Miraré qué ocurre con el fragmento de Ojos de papel. El problema con este libro mío es que la tirada ha sido pequeña y no alcanza a tantos lugares como a mí me gustaría. Pero son las cosas del mercado. Un autor que publica por primera vez no le queda otra que aguardar a que el libro se venda por sí mismo, o bien hacer lo imposible porque los determinados lectores puedan conocerlo.